Leer en voz alta es la nueva prueba incluida en el examen oral de español de GCSE. Vamos a ver en qué consiste esta prueba y sus porcentajes de puntos en el global del examen. Igualmente, comentaremos algunas recomendaciones para su preparación durante la clase de español y aspectos a tener en cuenta, relacionados con la etapa de adolescencia de nuestros estudiantes, para que esta práctica sea exitosa.
1. Leer en voz alta. Parte del examen oral de español de GCSE.
La nueva especificación para el examen de español de GCSE (AQA 8692) incluye un ejercicio de lectura en voz alta con las siguientes características:
Puntuación: 15 puntos posibles totales.
Duración:
Foundation tier - Recomendado entre 2 y 2,5 minutos.
Higher tier – Recomendado entre 3 y 3,5 minutos.
Contenido de la tarea:
Foundation tier – un mínimo de 35 palabras de texto.
Higher tier – un mínimo de 50 palabras de texto.
Imagen 1: Ejemplos textos para leer en voz alta. Foundation y Higher tier. AQA. Teacher´s Booklet.
Actividad extra: Esta parte del examen se complementa con una pequeña conversación. En ella el estudiante interactúa con el examinador, pero no hay preparación, ni conocimiento del tema, previo.
Porcentajes de puntos: Constituye el 30% de los puntos totales de la prueba oral (15/50). A su vez, supondría el 7,5% de los puntos totales de todo el examen de GCSE (15/200).
2. Preparación de la prueba de lectura en voz alta en las clases.
Para que los estudiantes lleguen al examen final sabiendo leer correctamente en español deben haber estado expuestos a la lectura de textos en español durante las clases. Este es un requisito indispensable en el que el profesor se convierte en una pieza clave gracias a su labor como modelo de práctica. Esta modelación se basa en leer frases cortas, claramente visibles para los estudiantes, bien sea en textos en papel, fragmentos de libros o en presentaciones para toda la clase en la pizarra. A continuación muestro varios ejemplos con diferentes tipos de textos y temáticas:
Como profesores, tendremos que tener paciencia y no esperar resultados mágicos en los primeros meses, o incluso años. Esta práctica supone un proceso de adaptación de los estudiantes. Primero, comenzando a escuchar palabras en español que, no olvidemos, es un nuevo idioma para ellos. Y, en segundo lugar, asimilando e identificando los sonidos con las diferentes palabras leídas.
Quiero aquí hacer mención especial al autor Frank Smith y su libro “Reading without nonsense” – 2006 – Fouth edition. En este libro se explica cómo debería ser nuestra aproximación inicial a la enseñanza de la lectura. También, la importancia de la figura del profesor o tutor (lector y modelo) en el proceso. Basándose en un buen número de argumentos, expone la necesidad de evitar las explicaciones de las reglas de pronunciación en favor de una lectura más dinámica y contextualizada. ¡100% recomendable su lectura!
3. Estudiantes de español de GCSE y la prueba de lectura en voz alta.
No sé si solamente es mi impresión o, realmente, es un factor que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta o pasa desapercibido. ¡Nuestros estudiantes de GCSE son adolescentes! No es su culpa estar pasando por una etapa evolutiva que genera cambios significativos, tanto a nivel físico, como a nivel psicológico y emocional. Conocer las características de la personalidad en esta etapa puede solucionarnos problemas de base que, de otra manera, podrían suponer una brecha insalvable.
Imagen 2: Grupo de adolescentes a la puerta de un instituto.
Para el tema que nos ocupa es importante tener en mente los siguientes factores de la personalidad de un adolescente:
- Cambios físicos, que en muchas ocasiones afectan a la entonación y la voz.
- Adaptación de su nueva forma de pensar como adolescentes al mundo que les rodea.
- Inseguridad a la hora de hora de hablar en público.
- Miedo al qué pensarán o dirán las otras personas del grupo al que pertenece.
- Negación de todo lo que venga impuesto por un adulto.
Por todas estas razones, debemos ser pacientes a la hora de exigir a nuestros estudiantes leer en voz alta en español delante de su grupo de clase. Es fácil argumentar por qué esto es así, simplemente comparando las exigencias que supone la tarea en contraposición a las características de la personalidad de nuestros estudiantes en esta etapa evolutiva.
Inicialmente, dejaremos que nuestros estudiantes se empapen de escuchar español y seguir nuestras lecturas de una forma pasiva. Progresivamente, y con el avance de los cursos, vamos a promover una participación más activa en la que ellos lean, primero en parejas o pequeños grupos, y posteriormente, si fuera necesario, en voz alta delante de toda la clase. Generar confianza es la clave. Forzar a leer en público, en una fase demasiado temprana, puede suponer un error, en ocasiones, irrecuperable.
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