Por qué es importante escuchar más español, y cómo debemos hacerlo, para mejorar nuestra comprensión. Explicaremos estas dos premisas que van a sentar las bases de nuestro aprendizaje del español o, más concretamente, aumentarán la cantidad de información que podremos manejar (input) para promover y favorecer el proceso de adquisición del lenguaje.
1. ¿Por qué debemos escuchar más español en nuestro proceso de aprendizaje?
Los siguiente 4 motivos argumentan la necesidad de esta práctica.
1.1. Proceso natural. En primer lugar porque es lo que sucede de manera natural y automática desde que somos niños y adolescentes hasta que somos jóvenes y adultos. Primero escuchamos y comprendemos, después explicamos con palabras conceptos complejos que, muy probablemente, hemos escuchado multitud de veces anteriormente.
1.2. Primer paso para poder comunicarnos. Relacionado directamente con el anterior, primeramente debemos comprender información, ya sean preguntas o exposiciones, para después hablar e interactuar. La frase: “Mi español es mucho mejor cuando escucho que cuando hablo”, es, y siempre será, así.
1.3. Proceso artificial. Podemos denominar al proceso de aprendizaje del segundo idioma como un proceso artificial, o sea, que no se produce de manera automática como nuestro propio idioma, sino forzado por la voluntad de querer aprender. Reproducir las situaciones del proceso natural es complicado, en ocasiones imposible. Aun así, nuestra práctica debe intentar reproducir al máximo ese proceso y, para ello, realizar muchas horas de escucha y visualización de vídeos con audio.
1.4. Entre más escucha comprensiva, más posibilidades de mejora. Se necesitan muchas horas de esta práctica para avanzar. Parece obvio, pero es importante remarcarlo. Si queremos mejorar nuestro español, la escucha es una práctica absolutamente necesaria.
2. Ejemplos que demuestran la importancia de la escucha comprensiva de manera regular.
Estos 3 motivos que presentamos a continuación son claves para comprender el porqué de una practica regular escuchando español.
2.1. Palabras básicas comunes en cualquier comunicación. Un, algunos, quienes, cuantos, cómo, dónde, por qué, así, de, a, más, unos, él, las, aquel, y, nosotros, y un largo etc… Son palabras que aparecen continuamente cuando hablamos español. Resulta más difícil, aun si cabe, que casi nunca aparecen solas, sino que van unidas a otras estructuras: “Sí, algunos niños” | “¿Quiénes? ¿Nosotros?”. | “Viene él y las compañeras de trabajo”.
2.1. Palabras coloquiales en el discurso oral. Eh, pues, sabes, bueno, ves, o sea, sí, no, así que, vale, verdad, ya, claro, seguro, etc. Todas estas palabras aparecen cuando hay una conversación entre personas y, en muchos casos, simplemente sirven de unión y dubitación entre una idea y la siguiente. No aportan mucha información relevante y, sin embargo, generan mucha confusión y dificultad de comprensión cuando intentamos aprender la segunda lengua.
2.3. Alta velocidad. Si combinamos los ejemplos anteriores, le sumamos frases comunes y lo ponemos en una conversación normal, obtenemos, aproximadamente, unas 3 o 4 palabras por segundo. En un fragmento de 20 segundos, entre 60 y 80 palabras pueden ser utilizadas. La única manera de comprender estos fragmentos es mediante la repetición de los mismos, en los que, con cada escucha, nueva información es captada, asimilada e incorporada a nuestra habilidad para comprender lo mismo en otras conversaciones.
3. Cómo debemos realizar la escucha.
Mostraremos 3 ejemplos que ilustran perfectamente el tipo de práctica recomendada.
3.1. Escucha relajada. Es necesario recordar que la escucha tiene que ser relajada, tranquila, sin presión o estrés de ningún tipo. Recordad que de lo que se trata es de practicar para familiarizarse con los sonidos y palabras y, si es posible, aproximarse a una comprensión completa.
En mis clases me gusta ilustrar esta idea con el ejemplo de las fotos anteriores. Una escucha demasiado enfocada (Zoom in o escucha estresada), buscando palabras concretas o una determinada pronunciación, puede llevar a una percepción incorrecta de la realidad o, al menos, a una identificación poco clara.
Por el contrario, una escucha más abierta, sin poner atención a cada palabra, sino al mensaje completo (Zoom out o escucha relajada) nos puede aportar, en muchas ocasiones, más información, y más acertada, con respecto al mensaje que pretendemos comprender.
3.2. Repetición regular. En el modelo natural de adquisición de la lengua, comentado anteriormente, este proceso tiene lugar durante varios años y va acompañado de vivencias reales que ayudan a la comprensión.
En la mayoría de los casos, desafortunadamente, esto no se puede reproducir cuando aprendemos el segundo idioma. De esta manera, el sustituto más próximo consistiría en una práctica de escucha regular y repetida.
Escuchar solamente una vez un audio, fragmento de vídeo o conversación, y querer comprenderlo todo a la primera no es posible. A menos que hayas tenido la suficiente práctica, o exposición al fragmento previamente, la repetición para la asimilación es necesaria. La importancia de la repetición queda expuesta en el siguiente diagrama.
Nuevamente, esto es debido a los motivos explicados en el apartado 2. Así, en las primeras escuchas es probable que comprendamos una o varias palabras sin conexión alguna. Posteriormente, y gracias a nuevas escuchas, reforzaremos lo comprendido en las escuchas iniciales y podremos atender a las otras partes del audio. Finalmente, y después de un buen número de escuchas más, la mayor parte del mensaje, aunque no siempre el 100%, será comprendido.
3.3. Acceso a la transcripción. Siempre que sea posible, esta herramienta te ayudará a complementar la comprensión de lo escuchado, así como a darte cuenta de muchas de las palabras comentadas en el apartado 2, que de otra manera no sería posible.
Para esta práctica, siempre recomiendo a mis estudiantes los siguientes recursos:
Pon en práctica algunos de estos consejos y, gradualmente, tu comprensión irá mejorando. Hasta entonces, mucha escucha y mucha paciencia.
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