Cómo utilizar de manera correcta ser o estar sin desfallecer en el intento.
Si tú objetivo a corto plazo con el español es aprobar una prueba de nivel, a través de un examen, quizás en esta entrada del blog no encuentres lo que estabas buscando. O a lo mejor sí, ¿quién sabe?
Por el contrario, si quieres conocer una manera práctica y diferente de saber cómo diferenciar entre estas dos posibilidades; ¡has dado en el clavo!
Si partimos de las definiciones ofrecidas por el Diccionario la Real Academia Española de la Lengua (DRAE) veremos como el verbo SER tiene 16 acepciones posibles; mientras que ESTAR tiene 28. Haciendo un ejercicio rápido de matemáticas os muestro cómo solamente para el pronombre yo, y teniendo en cuenta los 9 tiempos verbales principales del español, el número total de posibilidades es 396. Ascendiendo a 1188 si incluimos yo + tú + él/ella. 2376 opciones diferentes si sumamos los 6 pronombres personales.
¿Recuerdas ese momento hablando español cuando paraste a pensar si se utilizaba ser o estar, y después de varios segundos utilizaste una forma incorrecta? No es verdaderamente tu culpa. Es más probable, estadísticamente hablando, que tu respuesta sea incorrecta que correcta. De esta manera, y en base a un simple vistazo al esquema en la foto, comprenderéis cómo la memorización de las acepciones, o reglas de uso, de ser y de estar no sirven de mucho a la hora de utilizarlas en una conversación.
Es por ello que en estos 4 puntos explico los consejos que doy a mis estudiantes para afrontar esta problemática y los motivos que se esconden detrás de ellos.
1 - ¡Practica español! Tan obvio como cierto. A ser posible en interacciones directas como conversaciones o intercambios lingüísticos. Habla, escucha, lee. Utiliza el español intentando practicar con algún nativo bien sea de España o de Sudamérica. De esta manera terminarás copiando usos de ser y estar que has visto, escuchado o leído. No tendrás que analizar si es correcto o no. Simplemente sabrás que es así porque un nativo lo utiliza. La explicación de este fenómeno tiene que ver con el siguiente punto.
2 - Aprendizaje implícito – El mejor modo de aprender un idioma es la inmersión en el país de la lengua que queremos aprender. Y esto es así ya que al estar rodeado del idioma, se produce un fenómeno conocido como adquisición del lenguaje. Este proceso es intelectualmente complejo y en gran medida se produce de manera implícita. Es decir, tú no controlas de manera consciente los procesos del cerebro que permiten aprender, sino que es el cerebro, gracias al procesamiento de la información que recibe (input), el que crea estos patrones de aprendizaje. Esta explicación, extremadamente simplista por mi parte, puede ser analizada y comprendida de manera más académica revisando las publicaciones de Bill VanPatten, entre otros muchos autores.
3 - ¿En qué etapa del aprendizaje del español me encuentro? Esta pregunta es crucial para establecer qué es lo más importante que debo aprender. Así, en cada etapa nos centraremos en los aspectos relevantes, dejando un poco al lado aspectos secundarios o muy específicos del idioma. Considero así que ser y estar, por su complejidad y variabilidad, así como por su similitud semántica, son aspectos muy específicos del idioma. De esta manera, en mi planificación de las clases los coloco en el tercer nivel de práctica, el equivalente a un estudiante de nivel intermedio alto o avanzado.
Lo que quiero remarcar aquí es que en las primeras conversaciones en español (preguntas y respuestas cortas) el uso correcto o incorrecto de ser y estar no impiden la comprensión del mensaje por parte del interlocutor. Por ejemplo: Madrid está en el centro de España Vs Madrid es el centro de España. Es el contexto de la frase en la propia conversación la que hace comprensible el mensaje, incluso cuando estricta y gramaticalmente hablando el uso del verbo pudiera ser incorrecto.
4 - Tiempo de práctica a largo plazo. Voy a tirar del refranero español para describir gráficamente este punto. El refrán dice lo siguiente: “sabe más el zorro por viejo, que por zorro”. Lo que adaptado al aprendizaje de ser y estar vendría a decir: sabe utilizar mejor los verbos ser y estar el que lleva muchos años practicando español (hablando, conversando, leyendo, escuchando) que aquel estudiante brillante e inteligente que ha estudiado y memorizado toda la teoría sobre estos verbos. Este hecho no es un capricho o una casualidad sino la confirmación de la suma de los puntos anteriores. Esto es así porque se necesitan ingentes cantidades de horas de práctica que solo se pueden conseguir varios años.
Para mucha gente puede ser difícil admitir que en la era de las nuevas tecnologías, la rapidez de información y las Apps sabelotodo no haya un mecanismo más rápido para aprender y utilizar correctamente estos verbos. Me temo que la complejidad del asunto no lo permite. Solo la práctica continua, y a largo plazo, permitirán acercarte a un uso similar al de un nativo.
Mientras tanto, y si os puede servir de ayuda, centra tus esfuerzos en la práctica contextualizada del español. Limita tus horas de estudio rellenando huecos y aprendiendo reglas nemotécnicas. Aunque estas últimas pueden ser muy efectivas para un examen, son sobradamente ineficientes en una conversación en español.
¡Esto es todo¡ (?) o ¡Aquí está todo! (?) ¡Qué más da! Ya me entendéis.
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