Aprender español puede ser una actividad que favorezca tu salud mental y tu bienestar general. El Doctor Martin E. P. Seligman, experto en psicología positiva, establece 5 indicadores que podemos identificar dentro de nuestras actividades cotidianas que favorecen esta situación.
En uno de los últimos cursos de formación ofrecidos por BIP (Devon), tuve la suerte de asistir al taller virtual titulado: “Fortalecer la salud y vitalidad de tu negocio” (Strengthening the health and vitality of your business). La presentación del mismo fue llevada a cabo por la experta en psicología positiva, Ruth Sheard. En esta entrada del blog quiero compartir algunas de las ideas allí comentadas y su relación directa con el aprendizaje del español.
Así, basados en los estudios de Martin Seligman, se identifican 5 factores cuantificables, PERMA en sus siglas en inglés, que favorecen el bienestar general de la persona. En este caso, he relacionado las implicaciones directas que tiene el aprendizaje del español sobre cada uno de estos 5 elementos. A continuación explicaré qué significan cada uno de ellos y cómo la práctica del español puede influir decisivamente en cada uno de ellos.
1.- Emociones positivas.
Estás sensaciones son importantes en nuestra vida ya que nos hacen sentir bien, mantenernos motivados, y optimistas, ante diferentes situaciones del día a día. Las clases de español permiten crear situaciones en las que aparecen múltiples formas de estas emociones. Ejemplos comunes de estas situaciones son: recordar momentos de nuestro pasado como estudiantes; disfrutar con las actividades de conversación en la clase o sonreír pensando en una metedura de pata hablando con un nativo. Es por eso que en nuestras clases siempre incluimos comentarios graciosos, desenfadados o bromistas que favorezcan una sesión relajada y, en la medida de lo posible, llena de pequeños momentos de emociones positivas.
2.- Dedicación absoluta.
El profesor Martin Seligman describe este factor como la sensación que la persona experimenta cuando realiza una actividad que absorbe todo su interés, pero que al mismo tiempo no le supone ningún esfuerzo. Es esa sensación en la que estás tan interesado en lo que estás haciendo que “el tiempo se pasa volando”. Conseguir que esto suceda con la práctica del español puede ser más fácil de lo que parece. Nuestras recomendaciones siempre van dirigidas a potenciar una práctica reducida en el tiempo pero altamente intensa en estímulos. En previas entradas del blog, “Series en español: ¿con o sin subtítulos?, ya hemos hablado de algunas actividades que pueden favorecer este fenómeno. Igualmente, es interesante que cada estudiante explore qué actividad es la que le hace sentirse absorto, ya sean clips de video, podcast o textos.
3.- Relaciones personales.
Los seres humanos somos criaturas sociales que necesitamos de esta interacción para mantener un equilibrio saludable, tanto físico como mental. Aprender español puede abrirte la puerta a fomentar estas relaciones sociales. Bien sea con compañeros de clase o, potencialmente, con nativos que conozcas a lo largo de tus experiencias con el español.
En mis propias experiencias, primero, como estudiante de idiomas y, después, como profesor de español, puedo corroborar la certeza de esta afirmación. No solo en las clases, sino en grupos de conversación o intercambio, he conocido a personas maravillosas con las que aún mantengo diferentes relaciones de amistad. Todas ellas han favorecido enormemente a mi enriquecimiento personal y con ello a un bienestar general. Desde aquí, ¡gracias a todos!
4.- Relevancia.
¿Qué es lo que más valoras en tu día a día? Estar inmerso en actividades con significado para ti favorecerá tu estado de ánimo y bienestar. Aprender español puede ser una de estas experiencias personales. Es común que muchos estudiantes comenten que se sienten motivados, con ganas y energía cuando practican para mejorar su español. Tú aprendizaje y mejora del español te puede servir para ayudar a tu familia en unas vacaciones en España, disfrutar de tu soñado año sabático por Sudamérica o abrirte las puertas para un cambio profesional deseado.
En una escala más pequeña, son muchos los estudiantes que me comentan cuanto han disfrutado yendo a comer a un restaurante español e intentado pedir la comida hablando en español con el camarero. No solo ellos se sintieron bien por sus avances, sino que su familia y amigos aún están asombrados.
5.- Sensación de logro.
Entiendo que este punto sea uno de los factores relevantes que favorecen el bienestar general. Si algo puede estar perfectamente probado es la enorme satisfacción, y recompensa personal, que uno siente cuando comenzamos a comprender a otra persona hablando un idioma diferente al nuestro. Motivo por el cual, las personas que comienzan a estudiar español, ya sea de manera continua o intermitente, sientan la necesidad de continuar un poquito más.
En ocasiones, las pequeñas mejoras, producidas con cada práctica semanal, no son observables a corto plazo. Sin embargo, cuando esa dedicación se extiende a medio y largo plazo, la gratificación que supone comunicarse en español con otras personas habrá merecido la pena el esfuerzo hecho en cada paso.
Si aún no te has decido a estudiar español, quizá esta información te ayude a dar el paso definitivo para empezar hoy mismo. Tu bienestar puede depender de ello, así que no lo dejes escapar.
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