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En mi casa hablamos 2 idiomas - Parte 2

En la primera parte de la entrevista Alvin nos habló de su experiencia aprendiendo inglés y sueco. Ahora, en esta segunda parte, nos hablará de cómo es su día a día en casa y cómo, tanto él como su mujer, compaginan el uso del español y el sueco para que sus hijos sean bilingües.

Foto 1: Alvin sentado en frente de puerta lateral de la Catedral de Salamanca (España).


Continuación de la entrevista.


Óscar: ¿Cómo es hablar español y hablar sueco, en casa, con tu mujer y tus 4 hijos? ¿Qué hacéis y qué estrategias utilizáis para que eso funcione?

Alvin: La única estrategia que yo tengo es la constancia. Creo que esa es la palabra que definiría el ser padre como tal. Ser constante en la decisión que tú tomas para tu hijo. En mi caso, para mí era una realidad que mi idioma iba a ser el español. Porque tengo amigos que, igualmente, él venezolano, ella sueca y él dice: “Bueno, vengo del trabajo, hablo todo el día sueco, mi esposa no habla español… me es más fácil en sueco.” Entonces se pierde eso. En mi caso, yo dije que no quería eso. Yo les estoy dando algo a ellos que yo no tuve, que es un idioma extra, gratis.


"La única estrategia que yo tengo es la constancia. Creo que esa es la palabra que definiría el ser padre como tal."

Desde pequeños yo les fui repitiendo palabras sencillas: agua, vaso, etc… haciendo entonación en las palabras que fueran sencillas, dependiendo de la edad, para que ellos lo agarraran en su momento. Ya después, cuando están más grandes, por lo menos mi hija mayor fue así, tuve la suerte de que mis papás fueran a Suecia y se quedaran un tiempo relativamente largo. Entonces, ella entendió que con los abuelos tiene que hablar español porque no tiene otra opción. Eso me daba una base mucho más grande para luego seguir yo con ella.


Cuando ella es más grande y tiene un vocabulario mucho más extenso, yo le decía a ella: “Papá no habla sueco. Por lo tanto, tú tienes que hablar español”. Ella, en su momento, nunca me escuchó hablando sueco porque yo en la casa solamente hablaba español, tanto con mi esposa, como con los niños. Si venía mi suegra, si venían los primos, si estaba quien sea, a mí no me importaba que los demás no entendieran. A mí no me importaba quien estaba en la casa cuando yo me dirigía a mi hija iba a ser en español. O sea, para mí, y es lo que pienso, ellos no tienen por qué enterarse de lo que yo estoy hablando, no les importa. Y si quieren saber, yo siempre lo he pensado, pues aprende español. Y si no, me preguntas después. Eso me funcionó.

"[...] yo en la casa solamente hablaba español, tanto con mi esposa, como con los niños."

Ahorita ella está mucho más grande y habla los dos idiomas. Lo que sí hace es que, a veces, solo me habla las cosas en sueco. Yo le digo: “En español”. Y entonces ella cambia directamente. O simplemente no le digo que en español sino: ¿Qué? Al tercer qué, ella reacciona y cambia directamente.


Cuando era pequeña ella me decía (en sueco): ¿Quiero un helado? Yo le decía. Si quieres eso, tú me lo dices en español, sino no vas a obtener nada. Y entonces ella se veía obligada a hacer esa traducción. También le decía: “Si no sabes la palabra, pregúntamela.” Y le hacía repetir toda la oración en español. Al final ella se crio con eso.

La niña grande, como habla ya fluido el español, a veces la dejo que me diga alguna cosa en sueco. Y ahorita, la que le sigue, que tiene 5 años, me dice: “¿Por qué ella no está hablando en español?” Y yo le digo que tiene razón y le hago a la mayor repetir en español.

Foto 2: Alvin y Óscar durante la entrevista en una terraza en Salamanca (España).


Óscar: ¿Cómo lleva tu mujer el rol de solamente hablar sueco con tus hijas?

Alvin: Yo tengo la suerte por partida doble. Mi esposa se crio de esa manera (con dos idiomas). Ella actualmente habla 5 idiomas, así que para ella es algo normal. Siempre hemos discutido que sería muy raro que yo hablase sueco con ella. Las emociones, las alegrías, las tristezas, las molestias… se expresan mucho mejor en la lengua materna y, en este caso para mí es el español.


Nunca discutimos sobre el plan inicial, fue así desde el principio. Ella iba a hablar su idioma materno, que es el sueco, y yo el español. Yo les doy a mis hijos todo lo relacionado con la cultura venezolana: a través del lenguaje, de expresiones, de la comida...

Óscar: ¿Qué consejo darías a unos padres que están en una situación similar a la vuestra?

Alvin: Mi consejo es lo que dije anteriormente, es la constancia. Es fundamental. Si decides utilizar el español para comunicarte con tus hijos, porque es la manera más fácil para ti, tienes que mantenerlo. Creo que es la manera más viable. En algún momento, tú dirás: “Estoy cansado, no me gusta esto.” Sobre todo cuando estás peleando para que lo hagan. ¿Qué te va a costar un poco? Sí, te va a costar, pero a la larga va a ser mucho más fácil. Llegará un momento que ni si quiera te darás cuenta que eso ya pasó.


Por ejemplo, mis niños se tardaron en decir algunas palabras en español unos 2 años o 2 años y medio cuando, por lo general, los niños dicen palabras con uno y medio, más o menos. Después, se ponen a la par de los otros niños rápidamente. Ya cuando sueltan la primera palabra tú ves que sueltan lo demás.

"¿Qué te va a costar un poco? Sí, te va a costar, pero a la larga va a ser mucho más fácil. Llegará un momento que ni si quiera te darás cuenta que eso ya pasó."

Al principio, siempre va a haber un idioma dominante y un idioma secundario. Si tú sigues continuamente, va a ser mucho más fácil. ¿Qué te lo mezclen? No importa. De poquito a poquito van a ir construyendo. Como a todos los niños que son chiquitos les va a tomar tiempo, pero eso a la larga pasa.

Y hasta aquí la entrevista a este papá venezolano y profesor de español en Suecia. Muchas gracias a Alvin por compartir con nosotros su historia. Gracias, nuevamente, a Estudio Sampere (Salamanca) por ofrecernos esta oportunidad de intercambio de experiencias entre profesores de español. Hasta muy pronto.

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